miércoles, 14 de enero de 2009

ESE OTRO VIENTRE

La muerte. Ese otro vientre sin cielo azul.
Pero ¿será oscura como el rojo del útero
o descolorida como la visión ciega
de un ciego de nacimiento?
¿Pariremos a algún lugar?
¿Será acaso un eterno dormir sin sueños?
¿Habrá renacimiento?
La Muerte. Ese otro vientre sin auroras.
¿Nos alimentarás hacia algún amanecer?
¿La oscuridad cubrirá para siempre nuestros huesos?

La Muerte. Ese otro vientre sin entrañas, sin cuerpo.
Tal vez sea una especie de camarote en un hostal de paso
al lado de un camino perdido en algún confín del tiempo.
Un merecido descanso reparador después
del viaje incierto de la vida, del cual nadie
podrá escapar o rechazar o vender.
Premio otorgado a todos sin discriminación
simplemente por nacer.

¡Menos mal el servicio es gratuito!

Ojalá sean camas confortables, agradables
y ergonómicas. Si hay algún despertar,
no quiero levantarme cansado para lo que sigue…

La Muerte. Ese otro vientre colmado
de lánguidos silencios cadavéricos,
lejanos de ese palpitar del viento:
trenza de ritmos irregulares y variables
como lo cotidiano. Sonidos invisibles
tan callados a nuestros oídos
repletos con el peor ruido fabricado:
la rutina. Dañina sanguijuela amarga
destiñe el girar colorido
y maravilloso de la vida mutante.
Devoradora sanguijuela agria
rompe el corazón, seca el rumor
del manantial, oscureciendo todo.

O ¿será qué la vida y la Muerte
son el mismo vientre con distinto nombre?
¿Estaremos ya en ese vientre
y aún no lo hemos descubierto?

CENTELLA DE LA COMPOSTELA

1 comentario:

Escritor Todoista dijo...

Julito, julito vagabundo, vagabundo de vagabunderias inconfesables, que buen poema te echaste...Un abrazo libidinoso para que no digas que soy mojigato...Sobrio y ebrio, al igual no dejas de ser centella de la Compostela.

Mahatma Hiler

EL NADAISMO Y SU IRREVERENCIA

En ese viaje; ondeando la nada, rompiendo esquemas, derribando ídolos, navegando por el filo de la vida, así el abismo los atropelle. Pe...