A ella

Y mirandola fijamente a sus ojos
descubri que la amaba sin sentimiento,
descubri mis miedos presidiarios
arrumados en sus mazmorras de delirio
ahogando la esperanza de un huida milagrosa.
aprisione aquel anhelo forastero
de sentir sus manos sobre mi cuerpo
dibujando a trazos ateridos,
una tersa, protectora y limpida caricia.
En figuras cuneiformes abrigue sus intenciones
Y al vaiven de un trascendental paroxismo
me abstuve con epigona quietud
ante el voluptuorio altar de tentaciones.
Su historia no es el preterito completo
ni el vademecum de hitos ionizados en palabras,
pero como gran expediente castrense,
cuenta entre las suyas, casi mil batallas.
Y yo aun siendo un incorrigible juglar
tengo que aguantarme el secreto sin saberlo,
narrar en invenciones lo que ella siempre calla,
procurando asestarle un beso furtivo a la verdad.
puedo declararle mi capricho atosigado en la inmundicia,
y apesar de ello prefiero rencauchar auquella mirada
ungida y nostalgica,
mirada que recubre de belleza mi nimia existencia.
quisiera decirle a ella lo que quiero,
lo que puedo y lo que siento,
pero sé que es mejor guardar silencio.
Mahatma Hiler