Aunque no es un grano exclusivo ni excluyente, el maíz puede y está en la capacidad de ayudarnos a sortear la cruda y cruel realidad que nos obligan a vivir. Para esta empresa partimos del estar en la razón natural del por qué hacerlo, así que hablémoslo entre todos y todas, de nuevo.
“Dentro del contexto de la ecología profunda, el reconocimiento de valores inherentes a toda naturaleza viviente está basado en la experiencia profundamente ecológica o espiritual de que naturaleza y uno mismo son uno.
…Lo que esto implica es que la conexión entre la percepción ecológica del mundo y el correspondiente comportamiento no es una conexión lógica, sino PSICOLÖGICA. La lógica no nos conduce desde el hecho de que somos parte integrante de la trama de la vida a ciertas normas sobre cómo deberíamos vivir. En cambio, desde la percepción o experiencia ecológica de ser parte de la trama de la vida, ESTAREMOS (en oposición a DEBERÏAMOS ESTAR) inclinados al cuidado de toda naturaleza viviente.”
Fritjol Capra, 1.996, “La trama de la vida”
El maíz puede contribuir a afianzar el componente cultural estructural que necesitan las diferentes propuestas que puedan surgir del seno de la discusión entre las comunidades de la región. En primera instancia se les expone a las comunidades la idea de convertir de nuevo el maíz criollo –con todas sus variedades- en alimento básico de “pan coger”, volviendo a la costumbre de sembrarlo para comerlo. Esta dinámica no se puede perder en ningún momento del proceso pues la semilla debe volver a estar a nuestro alcance y en nuestras manos, así como los deliciosos manjares que entre todas y todos aprendamos a hacer, y por último la implementación de las diferentes formas de compostaje y aprovechamiento de la materia orgánica para tratar los suelos destinados a ser sembrados.
Para una segunda instancia, se reunirán semillas, parcelas y sembradores(as) conectándonos a una red descentralizada y horizontal que trabaje con el plan básico de siembra de cereales por veredas, corregimientos y municipios, cuyo contenido será un trabajo colectivo con las comunidades organizadas y FENALCE, pronto a concretarse en el desarrollo del “Simposio sobre Empleos y Negocios en el sector de los cereales”, a realizarse el 21 de Agosto de 2.009 en la U. SANTOTO.,Floridablanca.
Aquí en esta instancia, las autoridades municipales actúan para facilitar el acceso a terrenos para sembrar maíz, realizar comodatos o arreglos concertados entre lo privado y lo público, etc. En esta instancia la conexión con un centro de acopio local, elegido por las comunidades, es el término final de las actividades pertinentes a esta instancia.
Los centros de acopio local buscarán un sistema apropiado para procesar el grano y la semilla de forma ágil. De allí estas procesadoras por localidades o regiones vecinas producirán su propia harina libre de partículas genéticamente modificadas.
En la última instancia –abordando el orden inter departamental del nororiente del país-, el objetivo es obtener una Bienestarina verdadera para promover su consumo y venta. Los primeros candidatos a compradores de esta Bienestarina serán las empresas avícolas e industriales, procesadores del grano, en el sector privado, y las secretarías de Desarrollo, Agricultura, Educación y Salud, de los respectivos municipios y del orden departamental en el sector oficial. Esta primera venta pondrá en circulación una información clave sobre la alimentación y la importancia de producir los alimentos sanos y saludables, al tiempo que sorteará una gestión legal para ganar el renglón preferencial en la adjudicación de proveedores de cereales (maíz, soya y fríjol especialmente) para la fabricación de la Bienestarina a nivel nacional, esperando motivar financiera y políticamente al sector productivo que agregue a la región los esfuerzos articulados de departamentos vecinos (Arauca, Norte de Santander, Cesar y Boyacá, con quienes tendremos provisiones de granos y leche para la Bienestarina que queremos fabricar y hacerla llegar de forma gratuita a la niñez y a los adultos abandonados). Esta campaña adelantará conexiones nacionales e internacionales para garantizar su gratuidad y por ende sostenibilidad de los productores y sustentabilidad de sus productos en el mercado.
La motivación para expandir la siembra de nuestros maíces criollos, partirá de un acuerdo ético, político, económico y social, en donde también se contemple el seguimiento a la producción de pollo sin hormonas y sin alimento modificado transgénicamente, conectando una cadena de productores, procesadores y consumidores, racionalizada para ofertar la especialidad, aportando un subsidio provisional para incentivos a pequeños productores de maíz criollo y cereales.
Es necesario establecer pedagógicamente hasta qué punto es importante desestimular la producción cárnica para favorecer el consumo humano de mayor cantidad de cereales aunque es clave que no sean cereales modificados genéticamente. El precio fluctuante del maíz en el mercado internacional ahora depende del precio del petróleo, desde que se inició la producción de biocarburantes y etanol, por eso el precio interno deberá ser modulado y protegido por estrategias de compensación locales, donde, bajo una declaratoria regional de emergencia económica, o algo parecido, dado el diagnóstico que estamos presentando sobre el territorio y las personas, frente al tema de fuentes de energía. Se deben salvaguardar por sobre todo, la subsistencia digna de productores desde el más pequeño al más grande, un procesamiento adecuado y el máximo provecho de las cosechas, la conservación de semillas y el mejoramiento de suelos. Todos los recursos que el estado pueda canalizar deben adjudicarse para mejora de vías carreteables terciarias, subsidios de transporte y precios de sustentación para el productor.
Una convocatoria desde abajo permite saber qué decide una comunidad realizar, cuál es su querer, cuando lleguen los recursos gestionados sólo hay que ejecutar. Las comunidades poseen organización, saberes y fuerza de trabajo. Hay corporaciones privadas y oficiales que pueden gestionar los recursos económicos y financieros para viabilizar el desarrollo de esas personas o comunidades. En este caso, el esfuerzo trasciende las fronteras del departamento, incluso puede explorar las cercanías con Venezuela, el Estado de Táchira y los llanos venezolanos. Los compradores de nuestros productos están entre nosotros mismos o tal vez muy próximos. El ciclo de un mercado interno con cadenas de productores, procesadores, transportadores y consumidores, podrá proteger la producción de maíz criollo y convertirá a la región en una potencia endógena y despensa agrícola para el país. Estos procesos deberán acomodarse de forma tal que la autoridad le dé su legítimo valor al converger muchas instituciones a salvaguardar el bien colectivo por sobre intereses políticos partidistas, privados o particulares. Así que la Defensoría del Pueblo, la Personería, la Procuraduría, la Policía nacional, el ICBF y la UNICEF, serán llamados a prestar atención al proceso y a garantizar el libre desarrollo de nuestro Plan Básico de Alimentación para una progresiva sustitución de la importación de alimentos para la región.
La campaña de financiamiento de esta empresa empieza con la voluntad de miles de consumidores que sabrían apoyar a sus productores, transportadores y procesadores locales para garantizar la calidad de aquello que debe nutrir y que se nos obliga hoy pagar tan caro y a costa de anular nuestra autonomía alimentaria.
La afectación que puede sufrir el actual comercio y mercado del grano será inevitable aunque se puede planificar etapas para la creación de impactos y ofertar alternativas reales. Eso significa que en una etapa final, en la tercera instancia, la producción de grano criollo asegure un nivel destacado en la existencia suficiente para suplir posibles grandes demandas que devengan de una opinión pública y un sector empresarial y gremial, ilustrados de forma cabal sobre la problemática de la alimentación.
Los actuales industriales y empresarios de las avícolas deben cerciorarse de las últimas conclusiones extraídas de las experiencias de gripas tipo influenza asociadas al maíz transgénico que consumen los ganados para producción cárnica. Es importante no decirnos las mentiras que pueden perjudicarnos pero sobre todo que puedan perjudicar impunemente a los demás. Una vez hecho el mal…para qué lamentos! Pero cabría colocar en juego todos estos vectores a ver para dónde terminan apuntando de forma coherente nuestros sueños, propósitos y acciones.
Hay muchas personas que ahora mismo están cuidando sus matitas de maíz, tal vez un ladrón se les lleve una mazorca, de pronto viene la ardilla y se come otra…dicen nuestros ancestros que hay que tirar cinco semillitas de maíz por agujero ya que así alcanzará para todos, hasta para el animal, el ladrón y el hambriento…Esta vieja sabiduría desaparecería si no tomamos en nuestra mano esas cinco semillas criollas de maíz (bueno, agréguele dos de frijolito y otras cuantas de soya no modificada genéticamente), si permitimos que se siga esquilmando el derecho de la niñez a una alimentación sana y libre de sospechas, de transgénicos.
Es preferible aguantar que todavía nos roben una mazorca a que nos desaparezcan para siempre nuestra herencia genética representada en nuestros miles de variedades; vale hoy más que un gramo de oro, un grano de maíz nuestro, criollo: verdadero milagro cotidiano lleno de miles de años de historia, de pueblos y territorios, de sueños y de muertes que siempre alimentaron nuevas vidas. ¿Es que tienen que ser nuestros niños y niñas los que prueben como ratones de laboratorio, qué tan inocuos son esos productos modificados genéticamente, hoy dieta obligada de nuestros pueblos latinoamericanos? Y si los productos modificados genéticamente son tan buenos, ¿por qué será que sus fabricantes los comercian sin etiqueta, sin nombre y pseudoclandestinamente?
Presenta: ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA CULTURA ZUA QUETZAL
Redactó: RAINIER CESPEDES RAMIREZ.( envia el escrito para ser leido por TODOS Y TODAS)
Bucaramanga, Junio de 2.009
